La portada tìpica de las numerosas biografías de Díaz, publicadas durante los últimos años de régimen, se eligía con la intención específica de mostrar la imagen del patriarca asutero, pero benigno, el héroe militar, del constructor de la nación y el anciano estadista en pleno control del destino de la patria; en pocas palabras el héroe con el clásico molde republicano.
El deliberado culto de la personalidadse pormovió de manera activa a lo largo del régimen, pero especialmente despúes de la tercera reeleccion de Díaz en 1982, y vio su apoteosis en las fabulosas fiestas del centenario de la independencia . con una ironía suprema, las celebraciones de 1910 también representaron la némesis del regimén; ya que dos meses despúes (en
noviembre de 1910)empezó la revolución que despojaría a Diaz del poder.
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